EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA ESPIRITUAL
Colección
HeberKriyaban
DEL
GRAN LIBRO DE LA YOGA
Ramiro Calle
Director
del Centro de Yoga Shadak (España)
RESUMEN
PRIMERA PARTE
________________________________________________
HATHA YOGA - BASE TEÓRICA
Este
Material Didáctico es un Resumen
sobre las Técnicas de Yoga y Meditación
para aquellas personas interesadas en desarrollar en forma armónica e integral el ...
CUERPO, ALMA
Y ESPÍRITU.
1.1.- LOS ASANAS
Los
asanas son determinadas posturas que el cuerpo adopta para ejercer una
beneficiosa influencia sobre todos sus órganos y glándulas, sobre el sistema
neuromuscular, sobre funciones muy diversas y sobre las energías, y armonizan
también la función mental.
Los
asanas o esquemas corporales también benefician todos los sistemas del cuerpo:
el circulatorio, el respiratorio, el digestivo, el endocrino y el nervioso. Si
existen numerosas posiciones es para alcanzar a todo el cuerpo y sus funciones,
sin que ninguna zona pase desapercibida o ningún órgano inadvertido. Se
favorece la integración cuerpo-mente, se ceda el sistema nervioso y se
pacifican las emociones. Abastecen de sangre todas las zonas del cuerpo,
favorecen los tejidos, mejoran el funcionamiento cerebral, dotan de
flexibilidad a la espina dorsal, los tendones y articulaciones, los músculos y
nervios. Eliminan crispaciones y contracturas e inducen a una relajación más
profunda y reparadora y, por tanto, más benéfica.
Previenen
contra trastornos somáticos y psicosomáticos y colaboran en la resolución de desórdenes
emocionales o psíquicos. Estas posiciones de yoga hacen que el cuerpo asuma posturas
que de otro modo jamás adoptaría y así acceden a todo el organismo e influyen
en él de forma beneficiosa.
Asimismo, los asanas regulan la acción cardíaca y
la tensión arterial, favorecen excepcionalmente todo el sistema locomotor y
revitalizan el organismo.
Previenen
el envejecimiento prematuro y mantienen el cuerpo flexible y resistente.
Existen
numerosas posturas, desde las más sencillas a otras más complicadas o
difíciles.
Una
treintena de ellas son las más básicas y beneficiosas, ya las que por ello se
debe dar prioridad.
La
mayoría de las posturas básicas pueden ser practicadas por todas las personas,
pues cada practicante conduce la postura hasta su límite razonable y con ello
ésta ya desencadena todos sus beneficios. En la ejecución de las posturas del
yoga hay que observar, preferiblemente, los siguientes requisitos:
·
Se
hace y deshace la postura con lentitud, conscientemente, evitando movimientos precipitados
o bruscos.
·
Se
ejecuta la postura hasta el límite razonable y se mantiene el tiempo indicado,
pues todas las posturas son estáticas mientras se mantienen.
·
Si
es posible, se efectúan respiraciones pausadas y por la nariz, sin otro tipo de
restricción respiratoria.
·
A
la acción física debe siempre acompañarle la mental, o sea, que hay que
permanecer muy atento durante la práctica, evitando en lo posible divagaciones
mentales. La mente puede situarse en la zona que se indica como soporte para la
concentración, o en la postura misma o en las sensaciones (estiramientos,
presiones y otras) que se presentan durante la realización de la posición. De
este modo la postura no sólo tiene implicaciones fisiológicas y energéticas,
sino también mentales.
·
Todos
los esfuerzos deben ser bien medidos, paulatinos y jamás excesivos. El secreto
del éxito no está en la urgencia ni en querer ir demasiado rápido, sino en la
constancia al practicar.
Todas
las posturas actúan de forma beneficiosa sobre el organismo. Para ello se
sirven de estiramientos sostenidos y de presiones o masajes. Lo que define a
las posturas del yoga es que éstas deben mantenerse durante cierto tiempo; con
la práctica, el yogui va alargando, gradualmente, los tiempos de mantenimiento,
y posturas que comenzaron, por ejemplo, manteniéndose treinta segundos, con
perseverancia, pueden mantenerse durante dos o tres minutos. El genuino yoga
psicofísico es el que utiliza las posiciones físicas de forma estática, o sea,
no tiene carácter dinámico, ya que es manteniendo la postura como ésta actúa
mucho más profundamente sobre el organismo y sus funciones; además, potencia también
todas las funciones mentales y equilibra las emociones.
Los
estiramientos mantenidos tienen por finalidad:
·
Estirar
intensamente el músculo, y así lo alargan, lo flexibilizan, lo irrigan de
sangre y eliminan sus crispaciones.
·
Desbloquear,
aliviar tensiones neuromusculares, inducir a una relajación más profunda.
·
Aumentar
la resistencia de todo el cuerpo, favorecer la espina dorsal, mejorar el riego sanguíneo
en general, estimular el tono vital.
Las
posturas son la ciencia de estirar y soltar, tensar y aflojar. Entre postura y
postura es aconsejable (aunque no imprescindible) hacer una pausa de relajación.
Ésta
puede durar de treinta segundos a un minuto.
Las
presiones o masajes son una especie de acupuntura natural, mediante los cuales
se influye muy favorablemente sobre glándulas, órganos y vísceras, así como
sobre los plexos nerviosos.
Estiramientos
y masajes son beneficiosos para todo el cuerpo. En la mayoría de las posturas se
producen simultáneamente estiramientos y masajes. Por ejemplo, las posturas de
flexión hacia delante estiran vigorosamente toda la musculatura posterior del
cuerpo y ejercen masaje sobre todos los órganos del abdomen, en tanto que las
posiciones de flexión hacia atrás, estiran la musculatura anterior del cuerpo y
ejercen masaje sobre la zona renal. Las posturas están perfectísimamente
elaboradas y ensayadas para ir accediendo a todas las partes del cuerpo y
beneficiándolas.
Aunque
toda clasificación es en último término artificial, he venido utilizando desde
hace muchos años, por conveniencia y claridad, una clasificación muy oportuna
de los asanas, a fin de procurar los efectos más destacados de cada grupo de
asanas:
·
Posturas
de flexión hacia delante;
·
Posturas
de flexión hacia atrás;
·
Posturas
de flexión lateral;
·
Posturas
de torsión;
·
Posturas
de inversión;
·
Posturas
de acción abdominal;
·
Posturas
de acción general sobre el cuerpo;
· Postura Equilibrio; y
· Postura Meditación
De este modo, el practicante
puede conocer los efectos generales de las posturas de cada grupo, aparte de
los específicos de cada posición. También hay posturas de equilibrio, muy
útiles para sincronizar mente y cuerpo y estimular la capacidad de
concentración y el sentido del equilibrio.
·
POSTURAS DE FLEXIÓN HACIA DELANTE
Las
posiciones de este grupo (postura de la pinza, postura de extensión sobre la
pierna, postura del triángulo invertido, por ejemplo) ejercen un profundo
masaje sobre la región abdominal, mejorando el funcionamiento de los órganos y
vísceras de la cavidad abdominal.
Estiran
y revitalizan los músculos posteriores del cuerpo; dotan de elasticidad a la
espina dorsal hacia delante; desbloquean y sedan el sistema nervioso autónomo;
favorecen el recogimiento y el equilibrio emocional. Previenen contra
trastornos digestivos, gastritis, dispepsia, estreñimiento, escoliosis,
ansiedad e insomnio. Regulan la acción cardiaca y la tensión arterial.
·
POSTURAS DE FLEXIÓN HACIA ATRÁS
Estas
posiciones (postura de la cobra, postura de masaje renal, postura del camello,
por ejemplo) estiran y revitalizan todos los músculos anteriores del cuerpo y
ejercen un profundo y benéfico masaje sobre la región lumbar, mejorando el
funcionamiento de las glándulas suprarrenales y de los riñones.
Dotan
de flexibilidad a la columna vertebral hacia atrás y tonifican y fortalecen los
músculos pectorales y abdominales. Potencian el funcionamiento cerebral,
tonifican todos los pares de nervios espinales y la médula espinal.
Activan
los músculos respiratorios, favorecen la glándula tiroides, previenen contra el
asma, algunos trastornos del aparato digestivo, la escoliosis, la psicastenia y
el estrés.
Así
como las posturas de flexión hacia delante invitan al recogimiento, las de
flexión hacia atrás reportan un sentimiento de expansión. Las posturas de ambos
grupos se complementan perfectamente para atender al organismo en todos los sentidos
e ir manteniendo la espina dorsal resistente, equilibrada y joven.
·
POSTURAS DE FLEXIÓN LATERAL
Estos
asanas (la postura sobre el costado, la postura de la media luna, por ejemplo)
dotan de elasticidad a la espina dorsal hacia los lados, estiran y revitalizan
los músculos y nervios intercostales, ejercen un beneficioso masaje sobre el
páncreas, el hígado y el bazo; benefician los nervios espinales y los músculos
deltoides, trapecio, hombros y brazos; estimulan la musculatura del cuello y
los músculos de las extremidades inferiores; activan la acción cardiaca y
mejoran el riego sanguíneo a todo el cuerpo.
En
el niño favorecen el crecimiento y aumentan el apetito. Son posturas que
previenen contra las tensiones generales del tronco, las contracturas y crispaciones,
distendiendo, y produciendo una sensación de bienestar.
·
POSTURAS DE TORSIÓN
Las
posturas de este grupo (postura de torsión, media postura de Matyendra, por
ejemplo) ejercen un estiramiento muy pronunciado sobre todos los músculos y
nervios del tronco, mejorando el riego sanguíneo a los mismos. También sirven
para tonificar los músculos y nervios de las piernas y el cuello. Son posturas
excelentes para favorecer la espina dorsal y prevenir la escoliosis, el
lumbago, la ciática y trastornos afines.
Procuran
un profundo masaje de todas las vísceras abdominales y favorecen en las mujeres
los ovarios y en los hombres la próstata. Previenen la indigestión, el colon
irritable, las hemorroides y el estreñimiento. Activan el sistema circulatorio
y aumentan la fortaleza corporal.
·
POSTURAS DE INVERSIÓN
Estas
posturas (postura de la vela, postura sobre la cabeza, por ejemplo) favorecen enormemente
el cerebro, al aportarle gran cantidad de sangre. Estimulan la acción de los órganos
sensoriales y regulan el funcionamiento de la glándula tiroides. Fortalecen
mucho la espina dorsal y en especial las vértebras cervicales.
Vigorizan
los músculos de los brazos, los hombros y el cuello.
Descongestionan
las venas de las piernas, descansándolas y previniendo contra varices.
Estimulan
la acción cardiaca y aumentan la capacidad de la memoria, la concentración y la
atención.
Previenen
los catarros nasales, la hipotensión, la psicastenia, la depresión, la
dispersión mental y la falta de concentración. Tonifican y vigorizan el cuerpo
en general.
·
POSTURAS DE ACCIÓN ABDOMINAL
Estas
posiciones (la postura del nervio vajroli, la postura del ángulo recto, por
ejemplo) inciden sobre el abdomen y favorecen sus órganos y su musculatura; la
mayoría de ellas también inciden muy benéficamente sobre las regiones coccígea,
sacra y lumbar. Combaten la adiposidad abdominal, el estreñimiento y algunos
trastornos menores del aparato digestivo.
·
POSTURAS DE ACCIÓN GENERAL SOBRE
EL CUERPO
Este
grupo de posturas (la postura del ave, la postura del pavo, por ejemplo)
estimula todo el organismo y su acción se generaliza a todos los músculos y
nervios.
Son
por lo general posturas que desarrollan más esfuerzo cardíaco y que aumentan la
capacidad de resistencia, acción y rendimiento del cuerpo. Mejoran el riego
sanguíneo en general.
·
POSTURAS DE EQUILIBRIO
Las
posturas de equilibrio (la postura del árbol, por ejemplo), como su nombre
indica, favorecen el equilibrio (muy útiles para niños) y aumentan la capacidad
de concentración, mejorando la conexión mente-cuerpo. También suelen favorecer
y fortalecer la musculatura de las extremidades inferiores.
·
POSTURAS DE MEDITACIÓN
Son
las posturas de las que se sirve el yogui para la práctica de la meditación (la
postura perfecta, la postura del loto, por ejemplo), y aunque también aportan
beneficios físicos (fortalecen la pelvis y el hueso sacro, dotan de
flexibilidad a las articulaciones de las piernas, etcétera), son las más
apropiadas para estabilizar el cuerpo e inmovilizarlo y mantener la espina
dorsal y la cabeza erguidas. Se vienen utilizando desde hace siglos para la
práctica de la interiorización y la meditación.
La
más sencilla, que está al alcance de todo el mundo, es la denominada postura
del sastre, que exige sólo el cruce normal de piernas, evitándose cualquier
esfuerzo de las mismas.
Cuando
se utilizan estas posturas para la meditación, el practicante también puede introducir
un cojín bajo las nalgas, lo que le permitirá estar más cómodamente erguido. Lo
importante es irse ejercitando en lograr mantener la inmovilidad el mayor
tiempo posible.
Las
diversas posturas se van encargando de abastecer de sangre todo el organismo y
de ejercer influencia sobre las diversas glándulas.
Om Paz Amén. Heber Kriyaban
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