domingo, 30 de septiembre de 2018

Hatha Yoga Saludo al Sol

EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA ESPIRITUAL
EL GRAN LIBRO DEL YOGA
Ramiro Calle
Director del Centro de Yoga Shadak(España)
Colección HeberKriyaban

RESUMEN
SEGUNDA PARTE

MATERIAL DE APOYO PARA LOS PASOS
YOGA  y  MEDITACION
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EL SALUDO AL SOL

Lo componen una serie de movimientos lentamente encadenados que permiten al cuerpo adoptar posiciones muy diversas sin tener que asumirlas estáticamente. La serie se ejecuta, eso sí, con lentitud, armónicamente, evitando movimientos bruscos o precipitados, y puede asociarse o no a la respiración, aunque lo más aconsejable, una vez el practicante se ha aprendido bien la serie, es asociar cada movimiento a la inhalación y la exhalación sucesivamente.

Se puede ejecutar el saludo al sol antes o después de las otras prácticas yóguicas, pero lo ideal es hacerlo -si es que se incluye en el programa- antes de la realización de las posturas, para calentar y desperezar el organismo. Es conveniente estar en todo momento atento mientras se efectúa la serie; en la medida en que uno va practicando las posiciones se irán perfeccionando.

Técnica

1.- Sitúese de pie con las piernas juntas y los brazos a lo largo del cuerpo, con la cabeza ligeramente hacia atrás, mirando al horizonte. Inspire lentamente. Una las manos por las palmas a la altura del pecho y Espire lentamente.

2.- Eleve lentamente los brazos por encima de la cabeza; manténgalos estirados y, efectuando una inspiración, permita que el tronco caiga ligeramente hacia atrás.

3.- Vaya inclinando el tronco lentamente hacia delante hasta que la cabeza descanse (o se aproxime) en las rodillas y las palmas de las manos se apoyen en el suelo. Al mismo tiempo, vaya espirando.

4.- Conduzca la pierna derecha hacia atrás hasta que la rodilla descanse en el suelo. La pierna izquierda permanece flexionada y el muslo en contacto con el estómago y el pecho. La rodilla y las palmas de las manos permanecerán en el suelo. Los brazos deben estar estirados y debe mirarse hacia delante. Al ir adoptando la posición vaya inspirando.

5.- Conduzca la pierna derecha hacia atrás, estírela y únala a la izquierda mientras retiene el aire. Todo el cuerpo forma ahora una línea recta y los brazos permanecen estirados. Las palmas de las manos están firmemente apoyadas en el suelo. 

6.- Vaya flexionando los brazos con lentitud y deje la barbilla, el pecho y las rodillas en contacto con el suelo. El resto del cuerpo queda en el aire. Observe la ilustración correspondiente. A medida que adopte la posición, vaya espirando.

7.- Deje caer lentamente el peso del cuerpo y coloque los muslos, juntos, contra el suelo. Los brazos se mantienen estirados, el tronco arqueado y la cabeza bien atrás, mientras se va inspirando.

8.- Apoyándose sobre las manos y los pies, eleve el cuerpo y efectúe con él un pronunciado semicírculo, con la cara en dirección al suelo y las palmas de las manos firmemente apoyadas en el mismo, a la vez que va espirando.

9.- Flexione la pierna derecha hacia delante y apoye la rodilla izquierda en el suelo. El cuerpo descansa sobre las palmas de las manos, la planta del pie derecho, la rodilla izquierda y los dedos de este pie. Los brazos deben permanecer estirados. Al ir adoptando la posición, inspire.

10.- Acerque la pierna izquierda a la derecha manteniendo ambas bien estiradas, y aproxime la cara a las rodillas tanto como sea posible, mientras va espirando. Este es el cuarto movimiento que usted ya hizo.

11.- Eleve lentamente el tronco e inclínelo luego ligeramente hacia atrás con los brazos por encima de la cabeza, mientras va inspirando.

12.- Enderece el tronco y coloque las manos a la altura del pecho, con las palmas unidas, mientras espira. Baje las manos y estire los brazos a lo largo del cuerpo, recuperando la posición inicial, a la vez que inspira (fig. 1).

Ponga especial cuidado en ir marcando y descomponiendo bien las diferentes posiciones.
Evite cualquier esfuerzo que le resulte excesivo.
El saludo al sol puede realizarse de cuatro a doce veces.



Fig. 1
Beneficios

  • Estira y revitaliza absolutamente todos los músculos del cuerpo, así como los nervios, tendones y articulaciones.
  • Dota a la columna vertebral de elasticidad y la mantiene joven, resistente y armónica.
  • Ejerce un saludable masaje sobre todas las zonas, órganos y vísceras del cuerpo, mejorando su funcionamiento general.
  • Al abastecer de sangre las distintas partes del cuerpo, perfecciona el sistema circulatorio.
  • Aumenta la capacidad de resistencia del cuerpo.
  • Desarrolla el sentido del equilibrio.
  • Favorece extraordinariamente el aparato locomotor y previene contra distintos tipos de reuma y artritis.
  • Aumenta la capacidad de concentración.
  • Previene contra el estrés, la ansiedad y la psicastenia.
  • Proporciona al organismo un excelente tono vital.
Om Paz Amén. Heber Kriyaban.

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