EL DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA ESPIRITUAL
Colección
HeberKriyaban
DEL
GRAN LIBRO DE LA YOGA
Ramiro Calle
Director
del Centro de Yoga Shadak (España)
RESUMEN
PRIMERA PARTE
________________________________________________
BASE TEÓRICA PRANAYAMA
Este
Material Didáctico es un Resumen
sobre las Técnicas de Yoga y Meditación
para aquellas personas interesadas en desarrollar en forma armónica e integral el ...
CUERPO, ALMA
Y ESPIRITU.
1.2.- EL PRANAYAMA
Prana
es la fuerza vital, el impulso de vida, el hálito o aliento. Es la energía que
todo lo anima y que en el ser humano rige todas las operaciones físicas,
psicosomáticas y mentales.
Mente
y Prana están interconectados y el control sobre el prana hace posible el
dominio de la mente; regulando la respiración, que es también prana, se
conquista la actividad mental.
Todos
los procesos psicofísicos funcionan por la acción del prana o fuerza vital.
El
yoga es la reunificación de las energías, para ponerlas al servicio de la
integración psicosomática y la libertad interior. El yogui aprende a trabajar
con su fuerza vital, a reorientarla, canalizarla e instrumentalizarla
sabiamente. Cuando la energía no fluye libremente, pueden surgir desórdenes
somáticos o mentales. El prana está en la sangre, en las células, en el
aliento, en los órganos sensoriales y en todas las funciones mentales. Es el impulso
de vida. El equilibrio de la energía favorece la óptima salud y la longevidad, potencia
el sistema inmunitario y previene contra enfermedades, armoniza psíquicamente y
ordena las emociones.
Todas
las técnicas del yoga psicofísico también tienden a armonizar el prana, porque
este es la fuente de vida. Es necesario conseguir que la fuerza vital fluya
libremente por los nervios y canales de energía, superando bloqueos y
cortocircuitos. Los hábitos negativos, las emociones insanas y los pensamientos
nocivos perturban la armonía del prana y provocan desórdenes de mayor o menor
gravedad. El control sobre la respiración es uno de los modos más eficientes
para intensificar, canalizar y armonizar el prana, y asimismo regular perfectamente
los principios vitales del organismo. Se consigue así una favorable acción orgánica
y mental. El prana es el que hace también posibles todas las funciones
corporales, incluso las aparentemente más nimias, como el bostezo.
Los
yoguis, desde hace ya milenios, descubrieron aspectos muy interesantes
relacionados con la respiración, como que se puede aprender a controlarla
exhaustivamente y mejorar así la salud; que cuando se respira con conciencia y
regulando bien la respiración se intensifica la vitalidad, se aumentan las
defensas del organismo, se potencian las facultades internas; que mediante el
dominio sobre la respiración se combate la dispersión mental y se pacifican las
emociones; que existe una estrechísima interconexión entre la respiración y los
estados anímicos y que a cada estado anímico corresponde un modo de respirar,
de la misma forma que imponiéndose un control respiratorio específico se
generan sus correspondientes estados anímicos; que pausando y restringiendo la
respiración se armoniza el sistema nervioso autónomo; que a través de los
controles respiratorios se eliminan impurezas de todo tipo, se favorecen los
pulmones y el corazón, se previenen trastornos diversos, se combaten desórdenes
psicosomáticos y emocionales, se regula la tensión arterial y se alerta la
conciencia.
No
hay nadie para el que no sea muy beneficioso el aprendizaje de la respiración.
Los
antiguos sabios de Oriente insistían en la necesidad de aprender a respirar
desde corta edad.
El
equilibrio respiratorio conduce a la armonía psicosomática. Para los yoguis la
salud perfecta no puede existir si no hay un gran equilibrio energético
estimulado por la ejercitación respiratoria. El Control sobre la respiración se
torna una herramienta extraordinariamente útil para incidir favorablemente
sobre el cuerpo y las funciones mentales. El yogui aprovecha la respiración
como fuente de vitalidad y buena salud, pero también como instrumento para ir
controlando la actividad mental y conectando con la «realidad» que está
instalada en la fuente de los pensamientos. Toda persona que practique el
control respiratorio experimentará estados mentales de paz y vaciamiento.
Pranayama
quiere decir control o regulación del prana, es decir, del aliento o la
respiración.
Existen
numerosas técnicas de control respiratorio en el hatha-yoga, que enseñan al
yogui a dominar estrechamente su respiración y matrimoniar armónicamente la
psique y la respiración. Cada técnica respiratoria tiene sus requisitos y
observancias, pero la mayoría de estos procedimientos, aunque no todos,
utilizan tres fases en la respiración: la inhalación, la retención del aire y
la exhalación, y muchos de ellos especifican que la exhalación debe ser muy
lenta y durar por lo menos el doble de tiempo que la inhalación.
La
retención del aliento y la exhalación lenta no solamente regulan muy
estrechamente y favorecen determinadas funciones orgánicas (y por supuesto la
cardiaca y cerebral), sino que permiten un firme control sobre la actividad
mental.
Om Paz Amén. Heber Kriyaban
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